Puede que estes comenzando un régimen para perder peso, estes embarazada, o tu médico te ha indicado que debes cuidar tu colesterol. En esos casos, comenzar a comer platillos libres de aceite puede suponer un reto.
Con las siguientes técnicas de cocina, y utilizando los electrodomésticos modernos adecuados, tu paladar no notará la diferencia.
¿Por qué se desaconseja el consumo de aceites y alimentos fritos?
Para empezar, no todos los aceites son malos. El aceite de oliva es considerado el centro de la dieta mediterranea por sus múltiples propiedades. Según la Fundación del Corazón, ayuda al control de la hipertensión arterial al equilibrar los niveles colesterol. Pues reduce el colesterol malo (LDL-c) y aumenta el colesterol bueno (HDL).
Desafortunadamente, el aceite de oliva no es idoneo para cocinar, pues se quema con temperaturas muy bajas.
Los alimentos se fríen normalmente en aceites vegetales como el de maíz, el de soya, girasol o el de canola.
De acuerdo con Ingeneria Quimica Reviews, Estos aceites se crean a través de procesos de refinación para lograr mantenerlos en estado líquido. El aceite vegetal es un triglicérido de la planta.
Según Mayo Clinic, un nivel alto de triglicéridos en la sangre conlleva un engrosamiento de las paredes internas de los vasos sanguíneos y las arterias. Lo que a su vez aumenta la presión arterial y puede llevar a un infarto, un ataque al corazón u otras cardiopatías.
Aunado a esto, en términos energéticos, un mililitro de aceite aporta aproximadamente 9 calorías. Por lo que es muy fácil sobrepasarse cuando se consume en grandes cantidades.
¿Cómo reducir el consumo de aceite en la cocina?
Ahora que estamos más concientes de las consecuencias del consumo excesivo de aceite, no significa que debas tirar tu botella a la basura. Es totalmente posible seguir comiendo rico, pero te sorprenderá lo poco de aceite que necesitas para cocinar con los siguientes consejos para crear platillos libres de aceite.
Sustituir el aceite en la cocina
Caldos: Los caldos en general contienen una pequeña porción de grasa, por lo que son ideales tanto para darle sabor a tus alimentos como para prevenir que se peguen a la sartén. Utiliza una pequeña base de caldo que cubra la base de tu sartén y ve agregando de a poco cada vez que se consuma.
Jitomate: El tomate tiene es muy ácido por naturaleza. Si estás guisando carne y necesitas prescindir del aceite, siempre puedes incluir puré de jitomate en las recetas.
Piel de pollo: No estamos hablando de la opción más saludable, pero si buscas un sustituto del aceite, coloca una piel de pollo en tu sartén antes de empezar a cocinar. La grasa natural del pollo servirá como base para evitar que tu platillo se queme.
Técnicas de cocción sin aceite
Asar al horno: El horno es una herramienta excelente para crear platillos libres de aceite. Prepara una marinada o cubre con papel aluminio tu platillo para mantenerlos jugosos y evitar que se resequen.
Cocinar al vapor: La cocción al vapor mantienen los nutrientes de los alimentos. Puedes cocinar al vapor vegetales. Para los pescados se pueden preparar al papillote envolviendolo en aluminio o en papel de hornear.
Freidoras de aire: Las freidoras de aire son una opción novedosa y que se está volviendo popular. La freidora de aire permite crear platillos fritos libres de aceite, conservando el sabor único de la fritura y sin agregar calorías.
Saltear con agua: En lugar de utilizar aceite para saltear, puedes utilizar agua para lubricar la sartén. La ventaja es que los alimentos se cocinarán sin añadir calorías extras.
A la plancha: La plancha te permite cocinar con poquísimo aceite. Puedes utilizarla para cocinar carnes, pescados, y verduras.
Hervir: Parecido a saltear con agua, hervir los alimentos permite que se cocinen sin aceite, con la única desventaja de dejar parte de sus propiedades en el agua donde se cocinan.
Conclusiones
Por último, no te olvides de agregar todo tipo de hierbas aromáticas a tus recetas. Utiliza marinadas en tus platillos libres de aceite, agrega sal rosa del himalaya, hongos, tomillo, mejorana, laurel. Incluye limón o vinagre balsámico. Semillas de sésamo, de chía, o nueces.
Y recuerda que cocinar con poco o sin aceite no significa el fin de comer rico.