Enjuagar los tibicos con agua fresca.
Vertir el agua potable en el recipiente de vidrio y disolver el azúcar en ella.
Con ayuda de una cuchara, agregar los tibicos o bulgaros de agua en el agua endulzada poco a poco.
Cubrir con un paño fino limpio, que la bebida pueda respirar. Se fijan con la liga de hule.
Guardar en un lugar oscuro donde no entren corrientes de aire.
Se deja fermentar por entre 24 a 48 horas, entre más tiempo se fermenta, la bebida será menos dulce y más ácida.
Una vez tenga el sabor deseado, se cuelan los tibicos y está listo para disfrutarse. Se recomienda beber fría.
Los tibicos se enjuagan con agua y están listos para preparar más kéfir de agua.