Entibiar el agua, asegurandose de que no quedé muy caliente, y diluir una cucharada de harina junto con la levadura para activarla.
Mientras se deja reposar la levadura. Mezclar los ingredientes solidos como el harina, el azúcar, la ralladura de naranja y la sal.
Formar una fuente con la harina y en el centro agregar el huevo y las yemas de huevo una a una, verter de a poco el agua de azahar y la leche.
Para este momento la levadura debe haberse activado, duplicando su tamaño y formando una capa de espuma. Agregarla al final a la mezcla.
Comenzar el amasado. Este va a ser vigoroso, aproximadamente durante 30 minutos. La masa comenzara pareciendo un engrudo, hay que seguir amasando hasta que esta quede elástica.
Una vez la masa quede manejable, ir incorporando la mantequilla derretida a temperatura ambiente en cubitos. Este amasado será rápido, cuestión de otros 15 minutos. Ahora sí, la masa se separará de los dedos.
Hay que dejar reposar la masa por una hora. Para ello se coloca dentro de un recipiente en el que pueda crecer, cubierta con un paño de preferencia húmedo, y guardada en un lugar tibio y oscuro.
Al cabo de una hora, la masa debe haberse inflado. Con un golpe contundente sacarle el aire y volver a amasar. Esta vez el amasado será menos intenso.
Dividir la masa en 16 bolitas de aproximadamente el tamaño del interior del puño. Reservar una de las bolitas en el congelador.
En una charola de muffins ir colocando los capacillos.
Para rellenar los cupcakes se aplastan las bolitas y se coloca una cucharadita de mermelada en el centro. Atención de no usar demasiada, pues podría salirse durante el horneado. Se cierra la bolita por debajo apretando bien las esquinas.
Colocar las bolitas en los capacillos. Para este momento la masa comenzara a crecer muy rápido, en cuestión de 20 minutos ya debe haber ocupado el espacio del cupcake, por lo que hay que apurarse en los siguientes pasos.
La parte de la masa que se separó servirá para formar los huesitos del pan de muerto. Atención que deben ser muy pequeños, los craneos más pequeños que una canica, y los huesitos del grosor de un popote.
Para amasar las figuras más fácilmente, colocar un poco de harina en las manos. Los huesitos se forman dividiendo una tira en cuatro y aplastando el centro con el dedo.
Para que los craneos y los huesitos se queden pegados, utiliza un poco de agua.
Precalentar el horno a 220 °C, y meter los panes durante 10 minutos. Hay que vigilarlos, pues al ser pequeños su proceso de horneado es súper rápido.
Una vez se hayan enfriado, desmoldar y decorar al gusto.